El Papa Francisco responde a Monsanto y otros intereses
¿Por qué un Papa Argentino? Porque Monsanto y la industria farmacéutica necesitan trabajar, operar y experimentar sin problemas en Argentina.
Por este motivo eligieron a una persona lo suficientemente "especial" como para omitir información, patrocinar políticos fieles a Monsanto y desviar la atención acorde a intereses corporativos en detrimento de su propia nación.
La Iglesia es una de las peores multinacionales controladas por la familia Rothschild.
El ahora "Francisco" (en latín, Franciscus PP.), nombre secular Jorge Mario Bergoglio, siempre fue un entusiasta colaborador de Monsanto.
En el año 2002 la Universidad Católica de Córdoba fue el escenario de lanzamiento de la "Soja Solidaria". Fue Jorge Mario Bergoglio quien autorizó esta operación dado que presidia la Iglesia Católica Argentina.
Más tarde, el propio Bergoglio luchó contra la retención del comercio de granos y especialmente de la soja transgénica.
Tal es la vinculación entre la Iglesia y Monsanto, que la Municipalidad y Caritas Parroquial "La Merced" firmaron un protocolo de trabajo para fabricar alimentos transgénicos. La supuesta finalidad de esta campaña era proveer de alimentos a base de soja transgénica a los comedores infantiles. Señala el documental "Hambre de Soja".
Los alimentos fueron repartidos entre las familias más necesitadas de Alberdi, mediante el sacerdote Ariel D Andrea, muy elogiado en Diario La Nación. Para continuar con este criminal experimento en seres humanos, Bergoglio y Monsanto se encargaron de que sólo los comedores de Caritas recibieran la soja transgénica.
Quizás nunca conozcamos los macabros resultados de este experimento realizado por la Iglesia Católica y Monsanto. Aunque si algunas consecuencias. Diez mil de niños fueron alimentados con soja transgénica probablemente experimental durante 1 año. Y se distribuyeron 3.300 raciones de alimentos transgénicos con glifosato a través de Caritas en todo el país.
Finalmente, aprovechándose de la necesidad y del hambre, el Vaticano consiguió que los argentinos aceptaran la soja transgénica como un sustituto de alimentos sanos orgánicos.
Ya en el 2013 había 8 millones de argentinos sufriendo anemia por falta de hierro. Consecuencia directa de la alimentación transgénica, con un 40 % de las mujeres anémicas embarazadas.
Fuente: http://bwnargentina.blogspot.com.ar/2015/06/el-papa-francisco-responde-monsanto-y.html#sthash.6lC2aAv5.dpuf
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